Las organizaciones participantes de la Mesa Regional de Frutos Secos, que articulan al sector en la Región de Murcia, tras la reunión mantenida el pasado 17 de enero con la finalidad de realizar un análisis sobre la aplicación de la nueva Política Agraria Común (PAC), y de la problemática que van a suponer ciertos aspectos de esta nueva política al sector, quieren dar traslado a la opinión pública de la situación de extrema gravedad y urgencia.
Explican que, sin duda, se siente una alta preocupación por buena parte de los productores que tienen plantaciones de cultivos leñosos en secano, por las exigencias de los regímenes en favor del clima y el medio ambiente (eco-regímenes), diseñados para las superficies de leñosos, como son las prácticas de agricultura de carbono: Cubierta vegetal espontánea o sembrada y Cubierta inerte.
“Desde el sector reivindicamos que los eco-regímenes deben de adaptarse a la realidad productiva de cada región, y que todas las superficies agrícolas deben de poder optar a estos pagos voluntarios sin que su aplicación tenga efectos colaterales negativos; y que estos suponen el 25% de la asignación financiera destinada a pagos directos”.
Asimismo, los representantes de la mesa de Murcia acordaron exigir a las Administraciones nacional y regional, cada uno en sus competencias, una serie de medidas para que estas prácticas de protección del medio ambiente no supongan a su vez, inconvenientes agronómicos para nuestra Región. Algunas de las dificultades encontradas para poner acogerse a esta ayuda son:
- En la práctica de cubiertas inertes en cultivos leñosos:
- La utilización de un apero chísel hace imposible realizar una mezcla de los triturados con el suelo.
“En consideración de las limitaciones derivadas del régimen pluviométrico en esta zona y de la capacidad de reserva hídrica del suelo, toda práctica agraria sobre el suelo debe de asegurar la permeabilidad del mismo de forma que el agua de lluvia se infiltre lo máximo posible, constituyendo una reserva de humedad para las épocas secas y evitando escorrentía”.
“Es por ello, por lo que es necesario realizar de 4 a 5 pases de labor que permitan la aireación del suelo, de lo contrario supondría inconvenientes agronómicos. Algunos de estos inconveniente serían: que no se favorezca la descomposición de la materia orgánica en el suelo, y, por consiguiente, tampoco la disponibilidad de nutrientes para el cultivo; disminución de la capacidad de retención hídrica del suelo; y un incremento de la incidencia de plagas en la parcela, suponiendo un riesgo fitosanitario”. - Dificultad en cumplir con la anchura mínima de la cubierta del 40% de la anchura libre de la proyección de copa. “El ancho de corte de la trituradora condiciona el cumplimiento de esta práctica, de forma, que sería necesario realizar dos pases en la misma calle para lograr esta superficie mínima de cubierta, suponiendo la generación de más cantidad de CO2 y la mayor utilización de combustibles fósiles. Al igual que la necesidad de realizar el esparcimiento de restos de poda en todas las calles de la finca, algo que a veces no es posible al no generarse suficiente cantidad de restos”.
- En la práctica de cubiertas vegetales espontáneas
- Mantenimiento de la cubierta viva. En el caso concreto de nuestra región, la cubierta vegetal debe permanecer viva sobre el terreno, durante un periodo mínimo de dos meses, dentro del periodo comprendido entre el 1 de noviembre y el 31 de marzo. Para que esta actividad se lleve a la práctica en los cultivos leñosos, es necesario ampliar el periodo de la cubierta un mes, de forma que pueda ser entre 1 de noviembre y el 31 de abril.
- Dificultad extra para plantaciones en terrenos de pendiente ≥ 10%. Debido al requisito establecido en la condicionalidad, las parcelas que presenten una pendiente ≥ 10%, (salvo pendiente real del recinto compensada mediante terrazas o bancales), la anchura mínima de la cubierta debe de ser de 1 metro adicional a la anchura mínima exigida (40% de la anchura libre de la proyección de copa).
Asimismo, “queremos transmitirle la preocupación del sector por el incremento de la incidencia de ciertas plagas, por lo que le solicitamos mayor colaboración entre las administraciones competentes, con el objetivo de evitar la propagación de estas, así como, mayor potenciación de control del Servicio de Sanidad Vegetal Autonómico”.
Analizada la situación, los representantes de la mesa de Murcia alertan también de que el número de productores que se decidan acogerse a esta ayuda será muy limitado, especialmente en los cultivos leñosos de secano, debido principalmente a que algunas de las exigencias comprometen la viabilidad de las producciones. Asimismo, se advierte de un agravio comparativo entre nuestra región y otras de las comunidades autónomas donde las condiciones climatologías si favorecen el cumplimiento de estas actuaciones.