El joven cooperativista asume el timón de la Asociación Interprofesional de Limón y Pomelo con el reto de “garantizar la rentabilidad de todos los eslabones de nuestro sector”
NOTICIA APARECIDA EN EL DIARIO LA VERDAD
Joaquín Rubio (Santomera, 1980), ha sido elegido en fechas recientes presidente de la Asociación Interprofesional de Limón y Pomelo, Ailimpo, en representación de Cooperativas Agro-alimentarias de España.
Rubio es ingeniero agrónomo y en la actualidad, además de su designación como dirigente de la interprofesional, es presidente de la cooperativa Limonar de Santomera, así como representante sectorial de cítricos y miembro del Consejo Rector de la Federación de Cooperativas Agrarias de Murcia (Fecoam).
Esta designación, a nivel profesional es para Joaquín Rubio “como agricultor, cooperativista e Ingeniero Agrónomo un reto, el cual afronto con ganas, con responsabilidad y con ilusión”, explica.
En el aspecto personal, “todas los que tenemos cargos de responsabilidad sabemos que este tipo de representación merman claramente nuestros espacios y relaciones personales, por la exigencia de tiempo que demandan”.
Aun así, “este coste personal lo asumo plácidamente, ya que representar y liderar el sector del limón y pomelo, para mi es un orgullo”. Ser el presidente de Ailimpo, explica, “es ser el representante por extensión de más de 5.000 agricultores que cultivan 52.000 hectáreas y de más de 60 empresas, entre industria, exportadores y cooperativas, que facturan más de 1.000 millones de euros al año y generan más de 18.000 puestos de trabajo”.

Líneas estratégicas del sector
Más allá de los datos económicos y de empleo, Ailimpo cuenta con el apoyo de un plan estratégico que se centra en cuatro ejes, detalla Joaquín Rubio. “Sostenibilidad, competitividad, innovación y promoción”, los cuales “deben ser los pilares de la rentabilidad de todos los eslabones del sector de limón y pomelo”.
El plan estratégico de Ailimpo “persigue la competitividad y la rentabilidad de todos los eslabones del sector, y para eso diagnostica cuales van a ser los condicionantes de producción y la demanda de la comercialización, estableciendo medidas para ser capaces de adaptarnos a los condicionantes y cumplir con las exigencias”.
Campaña difícil
En este sentido, la campaña 2023-2024 “fue muy difícil, con problemas provocados por la superproducción”, que derivaron “en un terremoto en el sector”. Para el cooperativista, “esto nos debe hacer reflexionar y trabajar para tomar decisiones acertadas de cara a garantizar la rentabilidad de todos los eslabones de la cadena, y para ello es preciso contar con profesionalidad, investigación, innovación y transparencia”.
En resumen, “debemos tener una mirada larga y evitar decisiones cortoplacistas que se vuelven en contra del sector, siendo Ailimpo la herramienta para conseguirlo”.
Esta campaña “fue la peor de limón de la historia”, con 350 millones de kilos sin recolectar y el hundimiento de los precios. Partiendo de estos datos, la siguiente campaña “no era difícil mejorar, como así ha sido, consiguiendo precios aceptables y logrando recolectar toda la cosecha”.
El adelanto de 15 días de inicio de campaña y las heladas de enero, disminuyeron notablemente la producción de Fino, en el primer caso por la recolección de fruta de calibres pequeños que redujo los kilos totales por hectárea, y en el caso de las heladas, por la pérdida de las cualidades comerciales de alrededor de un 10 por ciento del total del aforo.
Es decir, de un aforo inicial de 980.000 toneladas de limón Fino se han recolectado finalmente 726.000 toneladas, lo que supone una merma sobre el aforo inicial del 26 por ciento. “Esta escasez en la producción a conllevado que los precios se mantuvieran estables durante todo el año, produciéndose a final de campaña momentos de una gran especulación por la falta de fruta”, indica Rubio.
Por otro lado, la campaña de Verna partía de un aforo de 300.000 toneladas, el cual vaticinaba una campaña corta, prosigue el nuevo presidente de Ailimpo. “Podemos asegurar, a falta de los datos de junio, que el aforo se ha cumplido, incluso se ha quedado ligeramente por debajo de lo realmente recolectado y comercializado”. Así, “la campaña podríamos catalogarla como buena en precios, pero arrastrar producciones bajas por hectárea hace que no podamos estar plenamente contentos”.
A día de hoy se está trabajando ya en los aforos para la campaña que viene, “y aunque es demasiado pronto para aseverar la producción, a priori podríamos decir que habrá menos limón Verna, mientras que en Fino parece que tendremos volúmenes similares a esta campaña, si bien es necesario aclarar que hay zonas, principalmente las afectadas por heladas, que tienen muy poca cosecha”.

Profesionalidad e independencia
Para Joaquín Rubio, la Asociación Interprofesional de Limón y Pomelo “es sinónimo de independencia y profesionalidad”. “Tenemos que ser un interlocutor válido con la administración para defender los intereses del sector, independientemente de que administración sea y de qué partido político ostente el poder ejecutivo”.
Históricamente, “el sector del limón ha sido de los más desorganizados”. En la rama de la producción, “solamente un 17 por ciento de los agricultores” están organizados en Organizaciones de Productores (OP), por lo que comparados con otros sectores “estamos muy por debajo”.
El nuevo presidente de Ailimpo detalla que trabajará con las distintas administraciones “para fomentar la organización del sector, en pro de la aglutinación de productores en torno a OPs”. Pero también “es necesario que los agricultores y agricultoras sean conscientes” que en escenarios de superproducción como los de la campaña 2023-2024, “que se pueden repetir, es necesario tener la comercialización asegurada, bien formando parte de una cooperativa o bien estando integrado o vinculado a un comercializador o empresa de exportación”.
Retos futuros
Joaquín Rubio indica que, a corto y medio plazo, los retos a los que se enfrenta el sector es la adaptación del cultivo de limón y pomelo al cambio climático.
Además, el sector citrícola, como en general el sector primario, tiene un problema de mano de obra tanto cualificada como no cualificada. Desde Ailimpo “siempre se ha esgrimido que para la rentabilidad del sector es condición sine qua non la responsabilidad social”.
“Mantener la paz social, con la firma de los convenios ha evitado incertidumbres e inestabilidad”, y este camino “debe de mantenerse y profundizarse, para garantizar unas condiciones laborales que resulten atractivas para profesionales en todos los niveles de cualificación, que eviten que esa fuerza de trabajo abandone nuestro sector en pro de otros sectores con mejores remuneraciones y condiciones”.
Para Rubio, “alcanzar con nota los dos retos anteriores, es lo único que permitirá alcanzar el más importante de los retos, que no es otro que el de garantizar la rentabilidad de todos los eslabones de nuestro sector”.
“Debemos de huir de miradas cortoplacistas y especulativas qué, por supuestos beneficios a corto plazo en un determinado eslabón, pongan en riesgo la rentabilidad de otros eslabones del sector”, concluye.